Los verbos y el ritmo de la narración

En general, la abundancia de verbos indica movimiento.

 

La narración emplea el pretérito perfecto simple preferentemente, y la descripción, el pretérito imperfecto de indicativo. La alternancia de tiempos da gran vivacidad al estilo.

 

Cuando en el episodio que estemos narrando abunde la acción (salir, correr, llegar… ), utilizaremos verbos de movimiento.

 

Cuando el texto intercale pasajes dialogados, utilizaremos aquellos verbos que llamamos «dicendi»: decir, preguntar, inquirir, responder…

 

Cuando el texto invite a la exposición de ideas, opiniones, semblanzas…, usaremos verbos de pensamiento: creer, opinar, deber de…

 

Uso de los tiempos verbales: el pretérito perfecto simple señala acciones acabadas que permiten el inicio de otras sucesivas. El pretérito imperfecto de indicativo posee un carácter de acción inacabada y continua. El presente de indicativo, además de emplearse en la narración de hechos actuales, se utiliza para conseguir un mayor acercamiento de hechos sucedidos –o que pudieron haber ocurrido– siglos atrás, en cuyo caso recibe el nombre de «presente histórico». El presente también puede expresar lo futuro o tener valor de imperativo.

 

Si necesitas recordar los tiempos verbales, puedes leer este texto:  Sobre el verbo

 

 

 

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