Propuesta 12 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

taller-de-creatividad-literaria-12Hoy vamos a describir a un personaje.

 

Primero seleccionad uno que aparezca en la historia que habéis redactado en la Propuesta 11.

 

Después, en un papel aparte, completad para el personaje que habéis elegido una ficha como la que encontraréis al pulsar AQUÍ.

 

Por último, redactad y enviad para esta propuesta un texto de no más de 300 palabras en el que presentéis a ese personaje.

 

No es necesario que aparezca en el texto todo lo que habéis anotado en la ficha, pero es importante que el autor conozca bien a sus personajes para que sean creíbles.

 

Recordad que para contar las palabras de un texto, podéis usar el menú Herramientas de Word o cualquier contador de palabras en línea como estos:

 


Enviad vuestros textos en el espacio para los comentarios.

Para ver todo el taller de Creatividad literaria, pulsa AQUÍ.

taller de novela-

TALLER DE NOVELA
presencial en MADRID

 

 

 

  8 comments for “Propuesta 12 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

  1. Azul Bernal
    17 septiembre, 2016 at 06:46

    Por la vida va Derek, cámara en mano. A través de su lente el Universo le devela los misterios de la vida. Su día se llena de sentido por la belleza que a sus ojos asoma. No comprende, sin embargo, que tanta gente hoy en día siga los dictados de religión alguna, pues no hay manera de que la bondad, el equilibrio y la hermosura sean abarcadas por ideas tan absurdas. Disfruta salir al mundo, enfocar todo lo que evoque el alma humana, y normalmente lo logra al hacer close up sobre rostros humanos partidos por toda gama de emociones. Él mismo encara sus propias verdades entregándose a la fotografía. Ha llorado sus penas, reído la diversión y amado el cuerpo desnudo a través de esas imágenes en las que logra plasmar la esencia misma del estar vivo. Suele ir desgarbado, con los nenas gastados y la camisa desenchufada del pantalón, un par de botas y un back pack al hombro. Así es como la Tierra se ha vuelto su hogar, su eterna travesía. El aire que despeina sus chinos dorados es el mismo que juguetea por entre la vegetación de las selvas. El mismo que alebresta los oleajes de los mares y el fuego en los incendios. Sus ojos se llenan de brillo al conmoverse con el encuentro de su ser y la belleza. No tiene ataduras, no tiene familia, es libre y en esa libertad lleva las alas ampliamente desplegadas. La cuenta de banco se va enchansando con el éxito de sus publicaciones y lo moderado de su vida. Sin más pretensiones que absorberlo todo suda lo que haya que sudar, aguanta lo que haya que aguantar, que para él meditar es respirar, y fotografíar es respirar. Derek se hace inmenso, crece al contactar con lo más bello de la vida: la vulnerabilidad del alma humana .

  2. Narradora de Cuentos
    20 septiembre, 2016 at 00:31

    Se sumerge bajo la sabana, con el dulce placer que le transmite la muerte…
    Apenas ofreció resistencia, su pequeño ángel desvalido, le dejo de recuerdo la sintonía de sus sollozos, coros para el desgarrado llanto de su madre al saberla muerta. Sonrío levemente .
    Era él quien debía ostentar la orla, emulando a bisabuelo, abuelo, y padre. Él quien debía tocar el Olimpo, con unas manos bendecidas con la magia de la cura y una mente elevada como todos sus ancestros por la erudición … El destino le tenía reservada una broma grotesca, la mediocridad, mientras sentía en sus hombros todo el velado menosprecio de su saga familiar, laureada y venerada por todos.
    Abandonó esos angustiosos pensamientos, y se recreó de nuevo en el placer de arrebatar la vida, rememoró aquel cuerpo plácido, de pálida piel, de tersos muslos y revivió el éxtasis de penetrar con su espéculo su inmaculada vulva , en su delirio soñó con fecundar aquel cuerpo joven, desmadejado sin vida ,
    Sintió que la piel se le erizaba, recordando sus tibios pechos y resolvió que la había permitido morir, con el inmenso placer de quién se sabe objeto del deseo, o acaso su deseo al arrebatar la vida, no era tan carnal y obsceno como el de el abandono a la lujuria…De pronto la obvió destinando la al olvido y centro
    su pérfida sonrisa en aquellos otros preciosos ojos, que no dejaron de suplicar infantiles por la vida , hasta quedar rasgados y ciegos por la herida de la propia muerte, por aquella aguja oftalmológica guiada por la pervertida envidia.
    El recuerdo de la piel de sus víctimas , le acariciaron tibias , mientras sus párpados se diluyen bajo el sopor del bálsamo del sueño .

  3. 8 octubre, 2016 at 22:49

    Acabada su guardia de aquel día, Elvira regresó a su pequeño apartamento en el barrio de Gracia. Después de doce horas en la ambulancia, tenía necesidad de acostarse y relajar su cuerpo para descansar.
    La joven vallisoletana, afincada en la Ciudad Condal, a sus treinta años gozaba de una soltería asumida. No, no es que el amor no la hubiese visitado, pero el sufrimiento vivido durante los tres años que convivió con Carlos, no le habían dejado ganas de otra relación.
    Estaba dedicada en cuerpo y alma a su profesión. Aunque de cuerpo menudo había adquirido con su trabajo, la fuerza suficiente para estar a la altura de los varones con los que trabajaba.
    Reconocía que, desde hacía unos meses, Iván el compañero con el que solía coincidir la mayoría de veces durante el servicio, le había tirado los tejos. A ella no le disgustaba que la piropeasen, como tampoco que fueran galantes en reconocimiento a su feminidad. Lo uno no quitaba lo otro. Pero sabía que debía ir poco a poco. No podía abrir su corazón de nuevo, para que este fuese pisoteado.
    Una vez en la cama, no tuvo tiempo de contar hasta tres que ya estaba durmiendo. Sin embargo, los sueños no iban a ser dulces.
    Entre la bruma de aquellos, se vio trasladada a la casa que había compartido con Carlos en el pasado. Vio la película de su última pelea, aquella que le llevó a buscar refugio en casa de sus padres.
    La paliza que recibió, la dejó dos costillas rotas y un sinfín de moratones, que a día de hoy por suerte habían desaparecido. La angustia se estaba apoderando de ella, cuando el sonido del teléfono la despertó.
    —Sí
    —Elvira, ha ocurrido un accidente y precisamos te incorpores.
    —Enseguida voy. —no dudó un instante.

    • María Cervera
      30 septiembre, 2020 at 14:56

      Está muy bien, pero me pregunto si has rellenado el cuestionario que nos proponen y te has basado en él. Diría que no.

  4. Sandra Carrion Estay
    19 noviembre, 2016 at 21:40

    Lukas a superado su cuadro infeccioso sin mayores contra tiempos, pienso que su condiciòn fìsica ayudò. Èl es bastante sano, le gusta hacer deportes al aire libre, comer a diario ensaladas y fruta fresca. Su complexiòn es la de un hombre vigoroso de 40 años, aunque tiene 50. Va a nadar todos los dìas antes de irse a trabajar, y al llegar a èste en bicicleta, donde es el profesor de Educaciòn Fìsica, lo esperan con ansias sus alumnos. Las alumnas esperan al hombre de 1.83 cm de estatura, moreno, tonificado, recio, varonil, que las trata de manera agradable y delicada, como todo hombre machista, y sus hormonas se revolucionan ante este profesor que presenta una musculatura envidiable para sus pares. Y sus alumnos lo reciben como al hombre al que quieren emular por su condiciòn fìsica, por el interès que despierta en las mujeres, por su inteligencia, por la manera en que vive; bastante libre, lejos de todo convencionalismo: trabajar usando la ropa que a èl le gusta y acomoda, llevando el pelo grisàceo en algunas zonas, largo, y no parecer de una època pasada. Sus ojos cafè muestran un brillo que no pueden ocultar sus gafas òpticas y su sonrisa fàcil, logra disminuir cualquier obstàculo que se presente.
    Lukas decidiò ser profesor de Educaciòn Fìsica, al ver por si mismo, durante su niñez, que la causa de muchos de los malestares que aquejaban a sus padres, setentones ambos hoy, eran por el sedentarismo y comida grasosa. Visita con frecuencia a sus progenitores, lugar de encuentro con sus hermanos y sus respectivas familias, y mantiene una relaciòn fraterna, muy sociable, porque Lukas es caràcter comunicativo y extrovertido.

  5. 13 febrero, 2019 at 14:22

    Elegido de Dios…
    Mientras organizaba un taller para agentes de pastoral de la provincia de Neuquén, Abril seleccionaba las últimas fotos que había sacado. De pronto lo vio, de sus labios brotó una sonrisa tierna. Allí estaba Tupâ Ñembo’ Agueravyju, aquel cacique de los mbya guaraní, cuyo nombre significaba “elegido de Dios”. El jefe de aquel pueblo tenía una fervorosa vida espiritual, lo trasparentaba al hablar de la divinidad, en su contacto con la tierra y la naturaleza. Creía en Tupa, deidad que creó la luz y el universo, cuya morada es Kurarahy, sol foco de luz, origen de las razas.
    La apariencia del cacique verdaderamente daba crédito a su nombre. Se mostraba en su porte como un verdadero elegido. El hombre media alrededor de 1,60. Normalmente este pueblo no supera esta altura. Su cuerpo era macizo, hombros anchos, cadera gruesa. De cabeza grande, pelo oscuro abundante y lacio. Su rostro ovalado, ojos pequeños y expresivos, nariz corta, labios finos.
    Aquel jefe del pueblo tenía unos 40 años, había llegado a Misiones, Argentina, desde Paraguay, cuando era aún pequeño. Como hijo único se mostraba amante de sus ancestros a los que hacía referencia continúa. Su esposa llamada Ñambi, hierva curativa, estuvo todo el tiempo en su choza. Cuando visitaron la misma ella se mostró acogedora pero seria. El cacique se limitó a contar sus costumbres y a mostrar con solicitud el ambiente en el que residían. No demostraba tener ilusiones de progreso, sus proyectos eran escasos. Eran sostenidos medianamente por el estado provincial. Hacían artesanías especialmente de mimbre con mucha habilidad, las mismas eran de calidad, sin embargo, recibían muy poco por esa labor.
    Tupâ Ñembo’ Agueravyju parecía tener un solo sueño la preservación de su pueblo. Necesitaban mucho la asistencia gubernamental, ante los que parecía sentirse inferior e impotente…

  6. María Cervera
    30 septiembre, 2020 at 14:54

    El prototipo de hombre perfecto es Javier González. Varón, cuarenta y dos años, reside en el barrio de gracia, en Barcelona, junto a su mujer Sonia Garriga. Un matrimonio de conveniencia. Javier es elegante, alto. Siempre viste de traje y lleva los zapatos impecables. Su piel es morena, sus ojos y cabellos son de color negro. Su cara es alargada, sus facciones marcadas. Tiene un hoyuelo en la barbilla. Es extremadamente sexy.

    Es director comercial de una gran empresa de perfumería y cosmética. Una persona muy segura de sí misma, con grandes dotes comunicativas y don de gentes. Cortés sobre todo con el sexo femenino. Es una persona racional, sabe manejar los conflictos y llevarlos hacía su terreno. Mentalmente sano, aunque con rasgos psicópatas. No tiene escrúpulos en muchas de sus actuaciones. Suele aprovecharse del resto para conseguir sus objetivos.

    Es una persona extrovertida pero no expresa sus verdaderos sentimientos. Nunca demuestra tristeza, resignación. Es un ganador nato. Nunca se le ha conocido derrotado. Su mayor deseo es llegar mucho más lejos de donde se encuentra y aumentar su poder adquisitivo. Su vida está llena de lujos. Le gusta viajar y practicar deporte.

    No cree en Dios, pero participa en cualquier ceremonia con el fin de empoderarse o exhibirse delante del resto de personas. A sus padres y hermanos, los ve en eventos o celebraciones familiares. Apenas tiene relación con ellos.

    En pocas persones vemos que coincida su mejor cualidad con su peor defecto. Javier es sumamente perfecto, tanto para él como para el resto, y esto es bueno y malo al mismo tiempo.

  7. Carlos Alberto Pino
    21 enero, 2021 at 23:34

    Gaviota Mosquera, no es mujer cualquiera, es LA MUJER. Ha pasado por tantas cosas en esta vida y de todas ha salido airosa, siempre elegante, riendo a carcajadas.

    A los 16 años le supuso salir de la casa de sus padres, quienes, con mucho esfuerzo, la enviaron a estudiar a la capital. Pero la mala cabeza y el enfrentarse al mundo tan temprano la absorbieron y a los 18 años quedó embarazada de su noviecito de la universidad, un “niño bién” de Barranquilla a quien sus padres pusieron a escoger entre su herencia y el bastardito que nacería, llegaron a un acuerdo con Gaviota y por su silencio le regalaron un apartamento viejo que habían comprado a buen precio a un amigo de la familia. Con la familia tampoco le fue bien al principio, los Mosquera, aunque no eran ricos se jactaban de ser correctos, por algunos meses le dieron la espalda a Gaviota, quien para sobrevivir alquiló 2 habitaciones del apartamento y el poco dinero que su hermana le enviaba a escondida de sus padres. La pataleta a sus padres le duró poco, justo antes de nacer el niño, no se contuvieron y viajaron a Bogotá a acompañar a Gaviota en todo lo relacionado, afortunadamente el seguro médico de su papá como chofer de la compañía de petroleos alcanzó para cubrir los gastos, cuando Dante Aligheri nació, ella prometió que su hijo no pasaría trabajo, por eso se embarcó en todo tipo de trabajos, desde aseadora, recepcionista, mesera, hasta que encontró su nicho como vendedora de seguros, su juventud y atractivo físico le ayudaron al principio, pero en realidad fue pensar en su hijo lo que la convirtió en la vendora estrella que es. Es tanto su éxito en ventas que junto a su mejor amiga abrió su propia oficina y hoy por hoy es una de las mejores en lo que hace. Su hijo ya tiene 16 años y pronto va a entrar a la universidad. La experiencia la volvió insegura en las relaciones y se terminó embarcando en una serie de relaciones sin sentidos que solo le dijeron más tristeza y otra hija que a la fecha ya tiene 4 años.

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