Propuesta 13 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

taller-de-creatividad-literaria-13Dejad volar un rato vuestra imaginación contemplando la imagen que tenéis más abajo.

 

Escribid después un texto de no más de 400 palabras basado en esa imagen y lo que os haya provocado.

 

Podéis utilizar el género literario que os resulte más atractivo: poesía, narración, ensayo… Si necesitáis repasar los géneros literarios, podéis hacerlo pulsando AQUÍ.

 
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Esta es la imagen para redactar la Propuesta 13.

imagen para taller de creatividad 13

El libro de mi creatividad literaria

EL LIBRO DE MI CREATIVIDAD LITERARIA
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  12 comments for “Propuesta 13 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

  1. Azul Bernal
    18 septiembre, 2016 at 04:13

    Mis barreras son rojas como la sangre. Provienen de mis entrañas, y salen a la vida. Algunas veces las derribo, otra las conquisto, pero hay otras más en las que se levantan inmensas e impenetrables como la gran muralla. Pero en las murallas que he ido construyendo y derribando, hay una que me ha marcado por sobre todas las demás. Surgió de pronto e inesperadamente, cuando más creía yo amar. Me sentía totalmente iluminada, alada, por lo que caminaba confiando mis pasos a la vida. Me topé de pronto con esos ojos de mirada distraída y sonrisa auscente, entonces todo mi mundo se desmoronó entre las manos: caí flechada en amor por otra mujer. Totalmente surrealista, plenamente acompasado, ese amor me puso alas para sobrevolar todas y cada una de mis murallas. Fue entonces que la vida me puso la primer muralla que no era creación mía sino social. Una muralla roja que me asfixiaba, me castraba, abolía mi alma. Pero la mirada amada se elevó hacia la roja muralla social, y al encontrarse nuestras miradas en el mismo punto, la muralla se transformó en una flor, y al centro, un mundo entero se nos reveló. El paisaje de la vida nos esperaba extenso, bello, armónico. Ambas desplegamos las alas, elevamos el vuelo y conquistamos ese valle que es ahora nuestro mundo entero.

    • NegHro
      12 mayo, 2017 at 18:40

      Lindo, pero la palabra «muralla» se repite demasiado. Debiera usar sinónimos.

  2. 18 septiembre, 2016 at 23:42

    Todo comenzó cuando crucé la mirada con la mujer que sabía volar.
    Yo, que soy un hombre con los pies aferrados al suelo, con miedo a las aves y vértigo a las alturas.
    Yo, que siempre camino por senderos marcados, con las ventanas subidas, huyendo del viento.
    Yo, que necesitaba tirar migajas de pan para reconocer el camino de vuelta, que ya había aprendido a soltar raíces que atravesaban el frío suelo asfaltado.
    Yo, que nunca vi otro mundo más que el que pisaba, que sentía en monocromático.
    Hasta que miré a través de los suyos.
    Fue entonces, cuando estallaron de pronto colores desconocidos en mi estómago, viajaron a través de mis venas, como una sobredosis de vida, y comencé a flotar a cinco centímetros por encima del suelo, arranqué las raíces que me aferraban al asfalto y me dejé llevar por viento, olvidando las migajas de pan que me marcasen el camino de vuelta.
    Pero ella era la mujer que sabía volar. Y yo, tan sólo empezaba a desplegar las alas.

  3. Narradora de Cuentos
    19 septiembre, 2016 at 13:44

    El camino, empinado , abrupto, serpenteante, triste, no parece convidar a ser recorrido por nadie, el silencio ocupa todo el entorno, casi se escucha su murmullo, solamente salpicado por acompasados sonidos… Son las quejas que los cantos de piedra emiten al resbalar por la ladera, empujados por unos pies que a pesar de que en la vida han abordado, recorrido, un largo trayecto, se apoyan firmes y sin titubeos, desplazándose con la confianza que les confiere haber trazado tantas veces el mismo recorrido. En la mocedad con la audacia que ofrece la poca conciencia del peligro y en la madurez con la templanza y seguridad, que en sus más de 80 años años han adquirido. Cada canto, cada piedra que pisa, parece encerrar un trozo de su propia historia.

    La vitalidad que siempre le ha acompañado, a sus casi 88 años, se ve ahora impedida y añorada. Escabulléndose tras el rosetón ensangrentado del portón de su aposento, quedó se le antoja , al otro lado de su tosca mirilla.
    Mermadas sus fuerzas, y acompasadas al vaivén de una ajada mecedora, adivina ya, un tenue recorrido a su existencia…

    Las risas de sus nietos, irrumpen en su pensamiento recomponiendo su espíritu y le trasladan a otras risas, a otros niños , resonando en su memoria con la misma intensidad y nitidez que lo hicieran tantos años atrás…

    Elevando los ojos, vuelve a posarlos en la tímida vista, que permite el portón de su ventana. Resuelve en ese instante sereno, el privilegio de una vida intensa. Su mirada risueña, queda fija e hipnótica posada en la bella ladera…

    • María Cervera
      30 septiembre, 2020 at 19:06

      Esta muy bien que esa imagen te haya evocado esta historia. Es bonita la verdad.

  4. Sandra Carrion Estay
    22 noviembre, 2016 at 00:11

    Miro a travès del ajugero de esta cortina. De este modo no incomodarè el sueño tranquilo de mi compañero de viaje. Es temprano y el auxiliar del bus no ha corrido aun las cortinas. A lo lejos puedo apreciar el paisaje que va quedando atràs. El cerro y su colorido de la tierra con su plantìo. Siempre me he preguntado ¿Cômo lo hacen?… Siempre veo casitas, màs bien pobres, con gente con muy poca educaciòn: que se preocupan del cultivo ¿No tendràn otra alternativa? o ¿Les gusta esa vida?
    Bueno, continùo mi viaje y en una parada imprevista realizada por el autobùs, debemos bajar todos, ahì en medio de la carretera y evoco sin ningùn esfuerzo un viaje en autobùs de mi niñez. Ibamos al norte con mi mamà y mis cuatro hermanos. El viaje incluìa una noche y mi madre nos hacìa una especie de cama, debajo de los asientos, y deberìamos haber dormido bien, pues no tengo malos recuerdos de ello. Y èsta imagen me hace rememorar los veraneos familiares, que comenzaban viajando en autobùs.

  5. Trinidad.
    28 enero, 2019 at 23:02

    Miro por entre los pétalos de mis flores, resurge la paranoia de que alguien va a cortarlos, Alguien querrá que la planta muera, cuando pase yo no podré hacer nada, me quedare desprotegida en medio del campo de la agonía. Desaceran toda pista de mis tallos y hojas, enterrándolas en la tierra mojada, y hasta que alguien no venga a regar, yo seguiré ahí, tendida en el campo, muerta y desangrada,

  6. 14 febrero, 2019 at 15:07

    “Yace Marita Verón, Vidas Robadas, denunció”

    Rojas cortinas de amor,
    sucia pasión escondió.
    Tu cuerpo se doblegó,
    mancillando tu candor.

    Rojas cortinas de amor,
    un nuevo agujero ofrendó,
    ignoto paisaje y valor…
    Tu flagelo renovó.

    Solo tu madre escuchó,
    el silenció de tu voz,
    enardecida de amor,
    siempre tu rastro siguió.

    Rojas cortinas de amor,
    un nuevo agujero ofrendó,
    ignoto paisaje y valor…
    Tu flagelo renovó.

    Coexisten muchas Marita Verón…
    burdeles miles alrededor,
    muestran la vida sin Dios,
    robando tanto candor.

    Rojas cortinas de amor,
    un nuevo agujero ofrendó,
    ignoto paisaje y valor…
    Tu flagelo renovó.

    Tu bella hija creció,
    tu bálsamo solo olió,
    tu ternura, se veló,
    tormento en su corazón.

    Rojas cortinas de amor,
    un nuevo agujero ofrendó,
    ignoto paisaje y valor…
    Tu flagelo renovó.

    Hoy la montaña te habló,
    cuna de piedra anunció.
    No es Tucumán, declaró,
    otra tierra te ocultó.

    Rojas cortinas de amor,
    un nuevo agujero ofrendó,
    ignoto paisaje y valor…
    Tu flagelo renovó.

    Vibra el silencio en tu voz,
    hoy tu martirio habló,
    vidas robas anunció,
    tanto suplicio y dolor.

    Rojas cortinas de amor,
    un nuevo agujero ofrendó,
    ignoto paisaje y valor…
    Tu flagelo renovó.

    Aquí yace el candor
    de mi hermanita menor.
    Ella es Marita Verón,
    vidas robadas denunció.

    Rojas cortinas de amor,
    un nuevo agujero ofrendó,
    ignoto paisaje y valor…
    Tu flagelo renovó.

    Perdón Marita Verón,
    tu pueblo no tiene voz.
    Perdón Marita Verón,
    mi silenció te mató…

    Rojas cortinas de amor,
    un nuevo agujero ofrendó,
    ignoto paisaje y valor…
    Tu flagelo renovó.

    Rojas cortinas de amor,
    sucia pasión escondió.
    nuevos cuerpos doblegó,
    mancillando su candor.

    Rojas cortinas de amor,
    un nuevo agujero ofrendó,
    ignoto paisaje y valor…
    Su flagelo renovó.

    Casa de putas se abrió,
    solo hay mujeres sin voz,
    sus cuerpos se encerró,
    solo les queda ilusión.

    Rojas cortinas de amor,
    un nuevo agujero ofrendó,
    ignoto paisaje y valor…
    Su flagelo renovó.

    Tu patria oye tu voz,
    denuncia Marita Verón,
    señala prostíbulo y degradación,
    de rojas cortinas, sin sol.

    Rojas cortinas de amor,
    un nuevo agujero ofrendó,
    ignoto paisaje y valor…
    Su flagelo renovó.

    Descansa Marita Verón,
    el Viento te escuchó,
    lleva el mensaje en su Voz,
    esa es la Voz de tu Dios…

    Rojas cortinas de amor,
    un nuevo agujero ofrendó,
    ignoto paisaje y valor…
    Su flagelo renovó.

  7. Melina
    24 agosto, 2020 at 05:14

    A veces siento que la belleza del mundo que veo, es limitada por la pequeña mirilla en la que poso mis ojos.

    Quiero decir, el mundo se ve tan lejano, y puedo ver tanto encanto en el;

    Mas que sea hermoso no quiere decir que sea bueno, y tal vez abstenerme de contemplarlo frente a frente me salva de un terrible final inesperado.

    ¿Vale la pena contemplar la divinidad, sabiendo que vas a morir tan pronto como la proceses?

    Quizás, esta mirilla, de su subsecuente puerta es mi único escudo contra esa belleza maligna, aquella belleza que hipnotiza y atrae mi ser emocional mas que cualquier otra cosa en el mundo. ¿Qué puede ser aquello que a penas alcanzo a vislumbrar? Es un mundo, un universo, lo sé, pero ¿que hay dentro de el? ¿Qué es lo que me estoy perdiendo por esta maldita puerta?

    Puede ser que ahí se encuentre mi libertad o se encuentre mi más horripilante miedo

    ¿Por qué atrae tanto mi ser, tan manipulable y bestial?

  8. María Cervera
    30 septiembre, 2020 at 19:04

    Te recuerdo sereno y tranquilo, con tu bonita mirada color azul. Tu pelo rizado y sedoso. Tu sonrisa, amplia y dinámica. Pienso que todo no se ha acabado, no todavía. Creo que vas a volver y yo voy a estar ahí esperándote. Miro ese paisaje, húmedo y verde, como el color con el que pintaba el césped cuando era pequeña. Esas colinas majestuosas, esos valles cargados de misterio. Caminos que conducen a un mundo mágico, donde es posible estar solo y conectar con la naturaleza. Los olores del bosque llenan mis pulmones y mi alma. Están cargados de ti y de tu infancia, de tu vida. En ellos puedo verte, jugar a escondidas de tus amigos, esconderte de los niños que querían hacerte daño. Te veo manteniendo tus primeros encuentros sexuales, descubriendo la vida adulta. Escribiendo, llorando, riendo… huyendo de tus fantasmas.

    El cielo es azul, brilla el sol, pero las nubes gobiernan parte del terreno, lo hacen más misterioso. Te veo refugiándote en la sombra, huyendo del sol. No quieres destacar, eres noble y puro. Eres sencillo y tímido. No compartes la vida del resto, quieres seguir tu camino. Te obligarás a salir de casa y abandonar ese verde que tanto amo.

    Por ese minúsculo agujero de mi visión, todavía puedo ver cosas maravillosas. Y volveré a verte. Mi querido amigo. La recuperación es lenta y dolorosa. Te queda mucho por hacer, pero no te impacientes. Todo trabajo tiene su fruto y tu lo obtendrás pronto. Mientras tanto yo sigo aquí, guardando en mi corazón, los pequeños regalos que me da la vida. Acabaré perdiendo mi vista totalmente, me quedará perpetuo, un círculo rojo con el dibujo de mi iris. Ese será mi infierno particular. Mi castigo por lo ocurrido aquella noche. Nunca quise hacerte daño. Fue un accidente. ¿Has logrado perdonarme? Te adoro.

  9. Carlos Alberto Pino
    25 enero, 2021 at 22:16

    Mientras esperaba el bus que lo llevaría a la ciudad, Juan Alonso no pudo evitar ver a través del agujero de la valla localizada en la entrada del pueblo y en la cual se anunciaba a Montealbán como la ciudad jardín, de pronto un sentimiento de nostalgia se apoderó de él y no se pudo contener, después de todo, ese pueblo era lo único que conocía, su lugar seguro, era todo lo que él era, pero también tenía claro que debía salir de allí si quería llegar a alguna parte, por esa razón se había enlistado en ese crucero de turistas que lo llevaría por todo el mundo, bueno, también para huir del escándalo que fue para ese pequeño infierno de pueblo saber que el alcalde del pueblo y Juan eran amantes.

    El alcalde de Montealbán, el distinguido Abelardo Damián, no era del pueblo, pero si estaba casado con Patty una hija ilustre de la localidad que tan pronto recibió su grado como bachiller se fue a estudiar derecho a la ciudad más cercana y allí conoció a Abelardo con quien sostuvo una relación más por conveniencia que por pasión, lo llevó al pueblo y junto a su familia lo hicieron alcalde. Abelardo y Juán se conocieron en el despacho del burgomaestre donde Juan oficiaba como asistente practicante, solo bastó que se miraran a los ojos para que una pasión sin medida explotara entre ellos, convirtiendo la pequeña oficina de la primera autoridad del pueblo, en el nido de amor, entre folios y decretos sellaron no una sino muchísimas veces su amor sin medida. Con lo que no contaron los tortolitos fue con las cámaras secretas que Patty, la primera dama había ella misma instalado en el despacho de su esposo, para mantenerlo vigilado y no le diera ninguna sorpresa que pudiera entorpecer sus planes de ser la mujer más poderosa de la región, porque es que, Abelardo era solo una ficha que Patty manejaba a su antojo.

    Fue la misma Patty quien echo a rodar el video en las redes sociales, y fue ella misma quién planeo la estrategia para señalar, como único culpable de todo lo sucedido, a Juán.

    Ella y su esposo aumentaron su popularidad y Juan fue tratado como un paria, un enfermo mental que merecía ser apedreado. Fue la misma Patty quien le dio a Abelardo el discurso con el que Abelardo pediría perdón al pueblo y anunciara su próxima candidatura, Ella misma le envió a Juan la información del crucero y contactó a algunas personas que garantizaran un puesto en el barco próximo a partir.

    Con lo que Patty no contó fue con la traición de Abelardo, quién a noche en la cual se despidierón de Juan, tomó una cierta cantidad de dinero y uno de los carros de la familia y huyó en busca de su amante.la travesía no fue fácil, pero valió la pena, Abelardo y Juan Alonso se reencotraron al cabo de 6 meses en un puerto en Grecia, donde escondieron su identidad y formalizaron su amor.

  10. Neura
    17 febrero, 2021 at 12:33

    ¿Qué? ¿Me dicen a mí? No me siento identificado con ese nombre… Debe haber otro que me corresponda… Tiene que haber algo hecho a mi medida. A mi nuevo ser.

    Esta perspectiva de túnel no me deja pensar con claridad. No me siento el mismo, pero tampoco recuerdo cómo me sentía antes.

    Si cierro los ojos solo veo el alto de la hierba que rodea mi cuerpo, y como las flores se despiden entre lágrimas de todos sus hijos que se escapan al cielo, aunque su pesar es de la penosa madre que despide a sus hijos cuando se van a la guerra.

    No fui a la guerra, pero tampoco hace faltan las armas automáticas para sufrir a manos de un fusilamiento balístico con la peor de las armas el ser humano. Las palabras.

    Cada pétalo rojo que posa delante de los fotogramas de mi recluida mirada suena como las palabras de una temblorosa despedida. ¿Es mi vida acaso triste? ¿Hay alguien a quien yo amo de verdad? Creo que fue despedido de mi vida en las mismas condiciones que estas flores. ¿Fue tan roja la despedida como las propiedades cromáticas de mis acompañantes?

    No sé si es uno de esos pétalos, o un recuerdo que se me ha metido en el ojo. La velocidad aumenta, no distingo lo que pasa, pero escucho un intenso golpe contra un muro armado. Un arco de luz supera la traslúcida pantalla que me confiere un rostro diferente. “Un gran hijo, amigo y marido. No te olvidaremos nunca, ******”.

    De sus ojos brotan mentiras que disfrazan para cegarse a la verdad. No recuerdo mi nombre, pero allá donde voy no lo necesito. Como esos pétalos yo también voy a partir… Hacia el Reino de los Cielos.

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