Propuesta 169 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

taller de creatividad literaria-169La historia también puede ser contada por un personaje que no sea el principal.

 


Reescribid de nuevo el cuento de Blancanieves que hay en la Propuesta 168 en un máximo de 3.000 caracteres, pero en esta ocasión que sea uno de los enanos quien explica lo que pasó.

 

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© De  El libro de mi creatividad literaria. Ediciones Obelisco

 

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  1 comment for “Propuesta 169 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

  1. Sandra Carriòn Estay
    4 mayo, 2017 at 02:06

    Soy uno de los 7 enanitos que acogieron a Blancanieves cuando arrancaba de su malvada madrasta, que la querìa muerta.
    Nosotros llegamos de la mina a nuestra casa y nos dimos cuenta que alguien habìa entrado, pues las cosas no estaban como las dejamos. Uno de nosotros fue hasta las camas, y encontrò a una muy bella joven durmiendo ahì. A la mañana siguiente le preguntamos quièn era y què hacìa allì y ella nos contò: soy hija de una hermosa reina, que mientras cosìa un frìo dìa de invierno, mirò caer la nieve y se pinchò un dedo y al brotar la sangre deseò «me gustarìa tener una hija tan blanca como la nieve, de labios tan rojos como esta sangre y de cabellos tan negros como el èbano». Al poco tiempo nacì yo y mi madre muriò.
    Luego de un par de años, mi padre, volviò a casarse con una mujer muy hermosa, que tenìa un espejo màgico al que le preguntaba en forma constante: «Espejo, espejito dime ¿Quièn es la mujer màs bella del reino?» a lo que respondìa invariablemente «Mi señora, no hay mujer màs bella que tù» y ella se quedaba tranquila y conforme. Pero el tiempo pasò y mi padre tambièn muriò, y mi belleza creciò junto conmigo y un dìa el espejo le respondiò «Mi señora, eres una mujer muy bella, pero Blancanieves lo es màs». Y mi madrastra que ya me odiaba, se obcecò y llamò a un sirviente y le mandò llevarme al bosque para matarme, el sirviente se apiadò de mi y en vez de matarme, me abandonò en el bosque y aquì estoy.
    Blancanieves era muy, pero muy hermosa, gentil, amorosa. Discutimos los pro y los contra, y decidimos pedirle quedarse a vivir con nosotros a cambio de cocinar y asear la casa, a lo que ella accediò gustosa.
    Sabìamos que la Reina se enterarìa que vivia con nosotros y asì fue. Le preguntò al espejo màgico: Espejo, espejito dime ¿Quièn es la mujer màs bella del reino? y el espejo respondiò «Mi señora, eres una mujer muy bella, pero Blancanieves lo es màs» y la Reina riendo le dice al espejo, una muerta no puede ser màs bella que yo. Y el espejo le cuenta que està viva y viviendo en el bosque con nosotros.
    Siempre le pedimos a Blancanieves que no le permitiera a nadie entrar a la casa y no recibir nada de extraños mientras estaba sola, pero ella era de muy buen corazòn y fàcilmente caìa engañada por la malèvola bruja. De este modo, la malvada se disfrazò de campesina viejita y llamò a la puerta de nuestra casa, para pedir un poco de agua que Blancanieves le dio sin ningùn reparo. La viejita campesina a modo de agradecimiento, le regalò una de las apetitosas manzanas que llevaba en su cesta. Al solo morderla, Blancanieves callò al suelo y la malvada bruja se fue.
    Al llegar nosotros la encontramos tendida en el suelo y una manzana con un pequeño mordisco menos que revelaba que fue mordida por Blancanieves y por lo tanto causante del estado de ella, que para nosotros era de muerta.
    La lloramos tres dìas completos, mandamos a hacer una urna de cristal y la pusimos en lo alto de la montaña, para que la viera el que quisiese, porque extrañamente su cuerpo no se descomponìa y parecìa dormida, su belleza sin igual, no se apagaba. Pasò mucho tiempo asì, nos turnàbamos para vigilar siempre a Blancanieves. Pero un dìa, llegò un principe azul y viò la urna y quedò hechizado por la belleza de la ocupante de la urna de cristal y no pudo resistir el deseo de besarla. Por lo tanto, abriò la tapa de la urna y la besò y por arte de magia, Blancanieves despertò.
    Luego ella narrò al principe sus desventuras y èl le propuso que se casaran y vivieran en el reino de su padre, y Blancanieves aceptò.
    La madrastra de Blancanieves fue invitada, y antes de salir fue donde su espejo màgico y le preguntò «Espejo, espejito dime ¿Quièn es la mujer màs bella del reino? y el espejo respondiò «Mi señora, eres una mujer muy bella, pero la joven reina lo es màs» La malvada bruja no podìa respirar de tanta rabia, pero fue a la boda para idear la forma de eliminar a su nueva rival. Pero al llegar reconociò a Blancanieves y fue
    tal su impacto que se paralizò y los vasallos del rey que la esperaban, pudieron apresarla y llevàrsela. Y nosotros vivimos felices con Blancanieves y el prìncipe.

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