Propuesta 21 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

taller-de-creatividad-literaria-21En este propuesta debéis escribir una carta a un hijo o hija de una extensión máxima de 2.000 caracteres.

 

Recordad que para contar las palabras de un texto, podéis usar el menú Herramientas de Word o cualquier contador de palabras en línea como estos:

 


Enviad vuestros textos en el espacio para los comentarios.

 

Para ver todo el taller de Creatividad literaria, pulsa AQUÍ.

taller de novela-

TALLER DE NOVELA
presencial en MADRID
Jueves
de 19,30 a 20,45
Zona Retiro
Grupos reducidos
El objetivo de este taller es guiar a los participantes en el trazado, la planificación y la redacción de su propia novela.

 

 

 

 

  7 comments for “Propuesta 21 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

  1. Azul Bernal
    25 septiembre, 2016 at 03:34

    Mi querida María:

    Me es fundamental que sepas lo que a mi vida trajiste con la tuya.: sentido a través del amor. De entre todas las personas que han estado presentes en mi vida, nadie me llevó a tocar la belleza como lo hiciste tú desde el momento en que te conocí. Redescubrí la hermosura de la vida a través de tu mirada, rocé la amable eternidad desde el momento en que tus ojos brillaron para mi. A tu lado los sabores de la comida volvieron a ser nuevos y perfectos; en compañía tuya volé los cielos en alas de los pájaros, cabalgué en lomo de ardillas y mapaches, fui protagonista de cuentos… Me dí de frente contra el mundo, tuve que replantearme mis creencias, y me paré de frente y con determinación para combatir todo aquello que hace de este mundo algo tan lejano de la utopía que quisiera yo ofrecerte para tu vida. Hoy sé que no te podré acompañar más, y me duele. Me duele porque la vida se me corta cuando la tuya seguirá, y temo… Temo no poderte acompañar cuando descubras los temblores en tu piel, cuando naveguen por tu cuerpo, y cuando a la vida recibas a tu propio hijo. Temo dejarte sola, retirarte mi mano, mi guía, mi mirada, mi risa… Y odio. Odio ser el nuevo abandono para ti. Por un lado, bendigo a aquella mujer que te invitó a la vida, consciente o inconscientemente, porque gracias a ella tú llegaste a mi. La odio por haberte abandonado marcándote para siempre con la herida primaria y más brutal: que tu madre haya renunciado a ti, ¡que rechazo tan grande, que dolor! Por otro lado, ese abandono te trajo a mis brazos, a mi amor, a mis días y alegrías… He aquí el otro odio, el más voraz… Me odio a m misma por ser la segunda madre que te abandonará. A tí que te amo tanto, a tí que eres mi luz, a ti vida de mi vida te tengo que dejar. Si te había dolido el primer abandono, ahora vengo yo a reabrirte la herida, a profundizarla. Me resiento con la vida, y no. No porque me brindó el honor de ser tu madre, de cuidar de ti, de babear contigo, de amarte. Y si, me resiento, porque no mereces este nuevo abandono, esta nueva soledad, pero nada podemos hacer ya, nada más que agradecer el encuentro, festejar el tiempo restante, y mirar de frente a la muerte que se me aproxima, porque finalmente la muerte no es más que la coronación de la propia vida.
    Te amo, te bendigo,
    Tu madre

  2. Narradora de Cuentos
    26 septiembre, 2016 at 23:20

    Los días pasaban anodinos , la sonrisa de mamá parecía haberse borrado y muchas veces sus continuas quejas , eran la sintonía habitual …Al menos así lo procesaba ,desde su mentalidad adolescente .Mientras tanto el , vivía en un mundo paralelo al margen de tristezas, y se enfrascaba en sus interminables partidas online , en las que erigíase casi protagonista de sus juegos . Bajo unos cascos , y tras una pantalla con las más apasionantes batallas , difuminaba su vida , salpicada de exclamaciones ,a veces de júbilo por las gestas logradas , a veces de fastidio , aniquilado a destiempo por el diestro oponente …
    Así transcurrían los días , de una de los nuevos modelo de familia monoparental , en los que el compartir mesa, diálogo y cotidianidad parecía ser proeza , solo al alcance de las privilegiadas familias de antaño …
    Confluían en el hogar desde los últimos tiempos , dos vidas ajenas que hasta hacía bien poco , se » nutrían » la una a la otra para coexistir .
    El espacio se erigía como un abismo infranqueable , era como si Marte y Saturno pretendieran sentarse a la mesa y dialogar !!!
    La adolescencia y la menopausia no parecían un binomio destinado a entenderse y a culminar con éxito , esa nueva andadura …

    Ella tras un inenarrable periplo de brumas , y tinieblas en las que durante meses pareció confundirse con una madre abnegada y difusa , que no acababa de encontrar su lugar en el mundo … Tomó conciencia del espiral por el que prometía desplomarse su vida familiar , con un modelo de familia en la que la heroina del cuento , parecía tan solo estar destinada a ser la servil sierva del recién erigido » Virrey » del hogar , y se dijo así misma tras derramar lágrimas que a nadie importaban …Se acabó !!!

    Aceptado aquel » nuevo ser » que ocultaba a sus ojos , incipientes y recién estrenados primeros rasgos físicos de adulto, como audaz e independiente que habíase mostrado siempre desde la niñez , apostaba a una sola carta por imponer sus criterios de vida , costase lo que costase , aún al precio de » desterrar » a su madre a una órbita , a poder ser en un cosmos en la que no interfiriera para nada en sus nuevas e indómitas ínfulas de adolescente …

    Las cosas son como son y es de sabio aceptar lo que no puedas cambiar … Así que aceptado , ya no es un niño se dijo , y como tal ha de ser tratado …

    Resolvió entonces que algunas cosas debían cambiar y sin dilación apostó por tener vida propia , ahora que su recién estrenado » macho alfa » deambulaba decidido por la casa y por la vida , resuelto y sin necesidad alguna , de una madre » plasta » que le recitará todas y cada una de las consabidas y abominables obligaciones cotidianas …

    No se hizo esperar y ante su inmutable nula predisposición a dejar su paraíso online , por la vida al otro lado del ciberespacio , opto decidida ,a vivir en su propio cosmos , sin lugar a dudas oteando desde un discreto espacio , que les permita oxigenarse a los dos en esta nueva andadura individual …

    Es cuestión de tiempo , el ahora con saber que le quiere , que está ahí para lo que necesite tiene suficiente … Volverá !!!

    Hijo esté escrito es solo para ti , cuando la adolescencia quede atrás , quizá llegue a tus manos . Entretanto cariño, abro mi alma con el papel

    • María Cervera
      15 octubre, 2020 at 10:43

      El tema está muy bien, pero hay alguna falta de ortografía . Me gustaría que el texto estuviera escrito en un lenguaje más sencillo porque el contenido es muy bueno y llegaría a un número más grande de personas.

  3. Sandra Carrion Estay
    28 noviembre, 2016 at 23:55

    ¡Hola hijo! espero te encuentres bien, este ejercicio me perturba, trastoca mis emociones, mis sentimientos màs profundos.
    Te fuiste de mi lado hace un par de años, ya no necesitas que hagan los tràmites por ti. Te incomodaba que te hicieran algunas cosas, porque pensabas que para nosotros, tus padres, aun eras un niño. Para mì, ya eras un hombre, pero la costumbre de facilitarle la vida a los hijos, todavìa no la suplìa. Tù por otro lado creìas que debìas independizarte, que ya estabas viejo para vivir con nosotros y seguramente màs de alguien te llamo «mamòn». Fue penosa y dura tu partida, pero era parte del crecimiento y parte de la vida. Pasar por tu dormitorio y verlo vacio dolìa, comprar un juego de comedor màs chico, loza para el diario con uno menos, te revela, te demuestra, fehacientemente, lo inevitable… Tu hijo se fue.
    Ahora ya vives con pareja, me alegra de verdad, no me agradaba verte sòlo, siempre esperè que mis hijos alcanzaran su felicidad.
    Llegaste un dìa de Enero de visita a la que fue tu casa por màs de 20 años, ibas con tu pareja. Nos contaron que serìan papas, que estaban esperando un hijo. ¡Què felicidad! estabas muy contento, te convertirìas en papà y yo en abuela. Me llamaste por telèfono para decirme que no fuera a la clìnica cuando naciera tu hija, que ya sabìa era mujer. Al cuarto dìa de nacida, yo querìa ir a conocer a mi primera nieta, pero tambièn me pediste que tuviera paciencia y esperara unos dìas màs y entienda que èste es un proceso intimo. Y siento, que me dejaste de lado y que mi presencia o existencia, es inconveniente. Mi nieta tiene tres meses, la he visto tres veces… ¿Por què las condiciones actuales difieren tanto de las antiguas? Yo te tuve y te criè de acuerdo a mis propias ideas, pero no hice a un lado a ningùn ser querido, no provoquè la tristeza de nadie por mi actuar.
    A pesar de todo este sentimiento de angustia, sigo amàndote como desde el primer dìa que te vi, cuando te sacaron de mi guata y me convertì en madre.
    No quiero amargarte la vida, pero esto no puedo conversarlo sin quebrarme y por eso te lo escribo en esta carta, que no leeràs.

    • María Cervera
      15 octubre, 2020 at 10:38

      Creo que tus relatos tienen muy buena base, pero se podrían pulir. Y me cuesta leerlos porque los acentos están al revés. Podrías corregirlo y todo mejoraría mucho.

  4. NURIA LLANOS JIMENEZ
    7 febrero, 2019 at 13:17

    Esta no es una reflexión triste, escrita desde el dolor de no poder teneros, hijos míos, porque el cáncer os arrebató de mi lado. No sé si hubiérais sido chico o chica, debéis saber que eso a mamá no le importaría. Tampoco me importaría la religión que hubiéseis seguido, o si creeríais en alguna. Yo os enseñaría que el cielo y el infierno está dentro de cada uno, reinado por los pensamientos a los que le deis más poder. Os diría que nada está dicho ni hecho, que las cosas no son blancas o negras. Que no sigáis estereotipos, que las reglas no están escritas. Seguramente os dejaría cometer errores, para explicaros después que hay que cometerlos y que ello no es fracasar, sino aprender y madurar. Trataría queridos hijos de daros todos los abrazos que pueda y os diría que las pruebas de amor nunca son demasiadas. Las expresiones de amor no son sinónimos de debilidad, por el contrario, dar amor y demostrarlo sólo es cosas de los fuertes. Creceríais escuchando música a todas horas y de toda clase, eso os haría mas felices. Os inculcaría el respeto hacia uno mismo primero y después hacia los demás y que no juzguéis a nadie por su apariencia. A que hay que ayudar a los demás, si con ello no os perjudicáis a vosotros mismos. Hubiésemos recordado de mayores, en una de muchas charlas, vuestra infancia, para reirnos una y otra y vez de las mismas cosas. Me daría igual vuestra sexualidad, peinado, religión o filosofía. Trataría de protegeros pero sin cohibiros, con ello conseguiría que no fuéseis niños temerosos. Os haría ver y entender que sois responsables de prácticamente todo lo que os pasa, que en todo lo que nos pasa somos casi totalmente responsables de alguna manera y os enseñaría que nadie tiene que hacerse cargo de uno mismo, esa es una tarea propia y maravillosa. Veríamos juntos películas antiguas de las que ya no se hacen, aunque al principio refunfuñeis. También me gustaría que aprendiéseis que no quedéis nada dentro cuando queráis decir algo, lo que no se expresa, nos enferma y de eso mamá tiene experiencia. Cuánto hubiera disfrutado oyendo de vuestras bocas decirme mamá y cuánto lo echo de menos sin haber ocurrido tal cosa. Es una nostalgia»rara», porque la siento sin que haya pasado….son cosas de mamá de la que nos hubiéramos reído juntos. ¿ Cómo se puede querer a alguien que nunca ha existido? Pues así os quiero hijos míos, porque sois míos. Y del viento. Y de las estrellas.

  5. María Cervera
    15 octubre, 2020 at 10:36

    Granada, 22 de octubre del 2032
    Querido hijo,
    ¿Cómo estás? ¿Qué tal te encuentras? ¿Todo bien en el trabajo? Te escribo desde Granada (tierra soñada de mi Andalucía). Seguramente, cuando recibas esta carta, estaré en Córdova, en casa de mi amiga Adelina. Recuerda que te prometí escribirte (de manera clásica) cuando me encontrara dentro de la Alhambra. No sabes que lindos recuerdos me trae el estar aquí. Hace muchos años que vine con tu padre. Viste un montaje que hicimos en ese viaje hace ya bastante tiempo, un día que él trajo unos cd’s de casa de la abuela. Tu estabas viendo la televisión y poca atención mostraste. Parece que nada ha cambiado desde entonces. Este espacio perdura en el tiempo y lo hará, se mantiene la misma magia que hace cientos de años, sólo que ahora los habitantes o visitantes son diferentes. Por cierto, he quedado con tu prima Juanita para ver la Alhambra de noche, con tu padre nunca lo conseguí. Era difícil hacer según que cosas con esos miedos que él tenía. Le impedía disfrutar con normalidad de muchas cosas. Me gustaría saber quien le infundió eso. Seguramente fueron sus padres. La verdad es que ahora poco importa, el pasado es pasado. Intento vivir poco presente que me queda. No quiero pensar en lo que venga. Aquí hace algo de frío, pero la verdad es que hemos pillado buen tiempo. Subiendo para el monumento he visto la Puerta de los Siete Suelos, ya sabes mi fijación en hacerme fotos con puertas antiguas. Y sí, he hecho un posado de los míos, esos que tanto te avergüenzan. Te mandaré las fotos esta tarde. Tengo una foto hace muchos años en esa mismo lugar. Entonces era una chica tímida, con poca personalidad, sumisa y dominada. Recuerdo que tu padre me decía que en esa foto era feliz, porque sonreía. Y no se daba cuenta que simplemente era una instantánea, que captaba un momento que podría ser más o menos verdadero, pero que ocultaba la verdad. Seguramente era feliz, pero no era la persona que quería ser. Cuanto me alegro de haber madurado interiormente. Haber trabajado mi yo hasta convertirme en la persona que soy ahora. Estoy orgullosa de haber sido valiente enfrentándome a mis miedos.
    En ti he intentado inculcar todos estos valores, el esfuerzo, la superación, el ser tu mismo, el decir lo que piensas (siempre con educación), en no callarte cosas que puedan afectarte. Des de bien pequeño, siempre he intentado que respetaras y conocieras tus virtudes y tus defectos. Es la única manera de conocerte a ti mismo. Una frase tan bonita pero tan difícil de entender y poner en práctica. Seguramente la gente está satisfecha consigo mismo, y sólo miran la parte externa de su cuerpo para conseguir sentirse bien. Dejan de lado la parte interna, no trabajan sus defectos porque les da pereza. Más bien los esconden y los dejan ahí arrinconados para que nadie los descubra. Incluso inventan fachadas exteriores para aparentar ser lo que no son.
    Siempre he luchado para que intentes no ser así y creo que, en parte, mi trabajo ha dado sus frutos. También sé que no he sido una madre perfecta, básicamente porque la perfección no existe, por mucho que lo intentes, es imposible. Si en algo he fallado, pido disculpas, aunque sé que sabes que he puesto todo mi empeño en ayudarte en todo lo que he podido.
    Oye, estoy esperando para entrar en los Palacios Nazaríes. Ya sabes cuanto me gusta esta parte de la Alhambra. Aunque mi parte preferida es el Generalife. Lo reservo para el final. Se que ahora mismo estarás sonriendo, pensando: pero tu parte preferida no son los palacios! Es bonito esta compenetración que tenemos. Eso significa que hemos tenido mucha relación. Está claro que todos los padres tienen algún tipo de relación con los hijos, pero unos más que otros. Yo no era de llegar a casa y pasar de ti, alegando estar cansada o ocupada. Reconozco que alguna vez lo hice, pero como norma general, solía esforzarme por compartir momentos contigo. ¿Recuerdas “las historias”? Era lo que más te gustaba. Elegíamos unos personajes e inventábamos una situación. Una lucha entra dos mundos… con los dinosaurios, una guerra entre personajes de playmobil, una batalla sangrienta entre personajes de Legio Star Wars… Que poca imaginación tenia tu madre en aquellos entonces… era complicado crear algo así…pero la verdad es que los resultados eran muy buenos. Yo acababa agotada pero tu siempre querías más y más.
    ¿Y las partidas de ajedrez? Todavía pienso en como podía ganarte, siendo tu mucho más inteligente que yo, con una diferencia de unos treinta años. Como nos reíamos en esos finales de partida, dónde solo tenías un rey y un peón. ¿Recuerdas “la partida infinita”? Siempre haciendo los mismos movimientos en bucle…
    Pese a haber vivido todos los momentos que podía contigo, me siento culpable por tener que priorizar el cuidado de la abuela. En ningún momento te abandoné, siempre estuve por ti y por tu padre. Era algo que decidí, erróneo o no, según se mire, que me llevó a perder la mayor parte de mi vida. Tantas horas y tantos días en los que podía haberme dedicado a mi y a mi hijo pero en cambio, estuve pendiente de ella. Cuando murió, estuve trastornada. El tiempo era grande y me devoraba. No sabía que hacer para ocuparlo. Estaba huérfana de la monotonía que yo me había ido creando. Poco a poco fui saliendo de ese estado. Gracias a tu ayuda. Tus mensajes de apoyo cuando estabas en la universidad o desde la casa de tu padre…
    Por cierto, ¿Qué tal él? Dime que por lo menos sigue con el deporte. Hablamos mucho pero como siempre, oculta las cosas importantes. Quizás le mande la foto de la puerta, y que me diga que piensa al verla, ¿soy feliz más feliz ahora que antes? ¿Eres más feliz tú? Sé que me echa de menos, pero él decidió su vida. Sé que lo hizo sin pensar, como muchas cosas, y que ahora se arrepiente. Cuídalo. Ya sabes que todavía lo quiero.
    Y a ti, mi pequeño tesoro. Sabes cuánto te amo, no sólo porque seas parte de mí, si no por la persona que eres y que has trabajado. Estoy muy orgullosa de ti.
    ¡Ya entramos a los palacios!
    Besos y abrazos.
    Mamá.

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