Propuesta 61 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

taller-de-creatividad-literaria-61Escribid en no más de 1.800 caracteres una escena que tenga lugar en el vagón de un tren.

 


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 . © El libro de mi creatividad literaria. Ediciones Obelisco

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  3 comments for “Propuesta 61 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

  1. Neghro
    4 noviembre, 2016 at 17:14

    METAMORFOSIS

    La espera de todos era impaciente a que el ferrocarril saliera del túnel y a saberse ya al otro lado de la frontera con un nuevo paisaje para aquel viaje nocturno. Pero la sorpresa es inevitable frente a la belleza que ofrece un valle repleto de luna llena. El efecto es hipnótico para el resto de los pasajeros que se maravillan con aquel espectáculo de la naturaleza. Él, no recuerda nada.

    El primer grito de terror fue lanzado por su vecino que vio como sus brazos comenzaron a llenarse de pelaje y a deformarse junto con sus manos. Sus dedos y uñas se alargan y oscurecen y se convierten en garras. La gente intenta huir despavorida. Desesperados corren a ningún lugar y se chocan y se golpean como torpes roedores acorralados en una jaula, sin razonamiento, anulados por el pavor, solo para aprisionarse en la esquina contraria al asiento que ocupaba aquel compañero de viaje. Otros que golpean la pared y las ventanas del tren y unos que por encima de todos manotean y pisotean rostros, caras y hombros, en un intento banal de escape encolerizado. Por suerte alguien que apenas atina, quizá por instinto o tal vez por simple azar, a activar el freno de emergencia.

    Como luchando en contra, como queriendo no ser despojado de su naturaleza humana, sus articulaciones se dislocan y forman nuevas extremidades. Su camisa verde musgo ya desgarrada y hecha pedazos, deja entrever protuberancias que asoman desde dentro de su piel evidenciando la nueva curvatura que presenta su columna vertebral. La metamorfosis es casi de súbito, pero es aterradora y todos ciegos por el pánico no prestan atención a la formación de los colmillos y deformación de las mandíbulas, ni al tamaño de sus ojos y sus orejas puntiagudas cuando el tren comenzó a frenar. La gran inercia del vagón los estrella fuertemente unos con otros y el chirrido metálico lastima la potenciada sensibilidad auditiva del nuevo turista. Cuando el vagón se detuvo, solo hubo silencio, sensible suspenso y el canto a la luna llena, profundo y agudo como sello final de aquel ritual pagano, colándose hondo en el temor más intenso jamás vivido por ningún viajero. La conversión había finalizado.

  2. Narradora de Cuentos
    5 noviembre, 2016 at 16:55

    Somos nuestras raíces…
    De ese fugaz pensamiento parte la reflexión de un solitario viajero, que volviendo la mirada atas, revive sentimientos a veces olvidados.

    De donde venimos, quienes somos, a donde vamos… Preguntas a veces de veladas respuestas, con la certidumbre, de que ahondar en ellas, nos puede vulnerar el alma.
    Reencontrarse con uno mismo no es tarea fácil. Reconocerse, miedos, errores, vacíos, frustraciones, te deja expuesto y abocado a la afrenta, de resolver situaciones, que no siempre estamos determinados a afrontar.
    Nacemos solos y vivimos solos con nuestras decisiones. Con la confusión que supone admitir, si sabremos tomar siempre las correctas. Con la desazón que implica aceptar, que algunas sé lamentaran quizá siempre.
    Siente así que ha ido cubriendo un camino, lleno de encrucijadas, colmado de bellas vicisitudes. Ella se lo hizo ver, conciliándolo con su propia vida…
    Atribulado con sus pensamientos, dominado por el abatimiento que los últimos meses arrastra su ánimo, no advierte que el tren ha rebasado su estación de destino. Ello le supondrá tomar un tren de vuelta.

    Acaso la vida, le llevará también hacia un camino de retorno…

    • Neghro
      6 noviembre, 2016 at 05:04

      lindo final

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