Propuesta 74 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

taller-de-creatividad-literaria-74Los personajes pueden tener un nombre simbólico cuyo significado los caracteriza. Podría aludir a su estatus social (La Regenta), resaltar un atributo material (Caperucita Roja), describir un rasgo moral (El amigo Manso), señalar un oficio (El Brujo), etc.


De EL LIBRO DE MI CREATIVIDAD LITERARIA

 

Redactad para esta propuesta en no más de 1.200 caracteres cómo imagináis a un personaje al que llaman «El Picota«.
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Recordad que para contar los caracteres de un texto, podéis usar el menú Herramientas de Word o cualquier contador de caracteres en línea como estos:

 

 


Enviad vuestros textos en el espacio para los comentarios.

Para ver todo el taller de Creatividad literaria, pulsa AQUÍ.

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. © El libro de mi creatividad literaria. Ediciones Obelisco

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El libro de nuestro amor

EL LIBRO DE  NUESTRO AMOR

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Un libro
para escribir
en pareja
y conocerse mejor.
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 Ya que no se puede amar de verdad lo que no se conoce, completar entre dos El libro de nuestro amor ayuda a fortalecer los lazos que unen a cualquier pareja.
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En sus páginas se proponen cientos de preguntas formuladas de modo que el libro puede ser escrito por cualquier pareja que se ame, independientemente de su edad, sexo o conocimientos.
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libros para escribir y luego leer

  7 comments for “Propuesta 74 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

  1. 17 noviembre, 2016 at 20:38

    Mi vida cambió para siempre en el mismo instante en que El Picota me miró a los ojos. Nunca supe su nombre. Sólo escuché que así le decían, no por que tuviera aspecto delgado o porque fuera alto y firme. Era más bien bajito, regordete, con su rostro arrebolado y parecía que siempre estaba recordando algún chiste gracioso.
    Supe que nació en un pueblo llamado Mortera. Allá por el rumbo de Cantabria. Cuando era niño dijo que quería subir la sierra para saber dónde dormía el sol. Tenía seis años, la primera vez que subió La Picota de Liencres y, aunque no encontró el escondite del sol; el paisaje de las dunas, el meandro del río y el mar, le gustaron tanto que decidió volver siempre que pudiera. Fueron tantas las veces, que lo comenzaron a llamar “El Picota”.
    Cuando la vida lo llevó fuera de su pueblo, decidió conservar su apodo. Tal vez eso mismo fue lo que le invitó a elegir su ocupación donde nuestros caminos se cruzaron.
    Ahí estaba yo, esa noche con la mirada de grito y ojos de súplica, cuando El Picota tomó mi mano y la hundió en las brasas.

    • Narradora de Cuentos
      19 noviembre, 2016 at 13:40

      Instrúyeme … ???

      Ahí estaba yo, esa noche con la mirada de grito y ojos de súplica, cuando El Picota tomó mi mano y la hundió en las brasas.

      • 19 noviembre, 2016 at 20:12

        Entre los usos de la palabra picota hay uno relacionado con el castigo o la tortura; de tal manera que, por asociación, podría atribuirse este concepto a un posible verdugo o torturador.

    • Narradora de Cuentos
      20 noviembre, 2016 at 00:13

      Ahora ha cobrado sentido de golpe . Me has puesto los pelos de punta !!!

      • Narradora de Cuentos
        20 noviembre, 2016 at 13:37

        Ahora caigo, claro !!!
        De ahí viene también la expresión de «estar en la picota » , cuando en la Edad Media , se mostraba para amedrentar al pueblo , las cabezas ó los cuerpos de los ajusticiados
        Muy interesante como ha cobrado un giro tu historia

      • 20 noviembre, 2016 at 21:07

        Muchas gracias por tus comentarios. He de reconocer que disfruté exprimiendo el significado a picota. 🙂

  2. Narradora de Cuentos
    18 noviembre, 2016 at 14:28

    Había llegado el momento de la verdad y lo había conseguido!!! una de las plazas a abogado de las oposiciones de la Comunidad Autónoma de Galicia era suya .Apenas lo supo se le llenó el rostro de lagrimas, el ya no era » el picota » aunque llevará su sello grabado en el alma.
    No podía controlar la emoción, se imaginó por un moment así mismo, con un caso asignado de narco trafico de drogas, y satisfecho pensó en su madre, sabiendo lo orgullosa y feliz que se sentiría al saber la noticia.

    «El picota»apareció nítido de nuevo en su mente, con apenas 18 años le habían acuñado ese nombre en honor al respeto que se había granjeado en La Picota, una de las cárceles colombiana más peligrosa, situada en Bogotá. El primer día uno de los más temidos capos del corredor A, le había intentado sodomizar, atraído por su carita de niño y su atractiva apariencia, compleja situación de la que con sorprendente coraje había salido indemne. Casi cinco años tuvo que lidiar con el personaje
    que la vida le había adjudicado y del que siempre supo, renegaba…

    Su móvil sonó de pronto, decidió en ese instante aparcar definitivamente el pasado, su momento era otro, al fin de al cabo el y solo el había trabajado con decidida resolución, su suerte…

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