 Fijaos en algún objeto que haya en la misma habitación en la que os encontráis ahora y, sin nombrar lo que es, describidlo en no más de 1.500 caracteres.
Recordad que para contar los caracteres de un texto, podéis usar el menú Herramientas de Word o cualquier contador de caracteres en línea como estos:
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EL LIBRO DE NUESTRO AMOR*Un libro
para escribir en pareja y conocerse mejor. *Ya que no se puede amar de verdad lo que no se conoce, completar entre dos El libro de nuestro amor ayuda a fortalecer los lazos que unen a cualquier pareja.*En sus páginas se proponen cientos de preguntas formuladas de modo que el libro puede ser escrito por cualquier pareja que se ame, independientemente de su edad, sexo o conocimientos.*De venta en librerías y en www.sobrelineas.com
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libros para escribir y luego leer
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La penumbra de la habitación me abrazó en cuanto entré. Cuando mis ojos se acostumbraron a la falta de luz, lo vi. Estaba ahí en aquel rincón, esperando por mí. Yo sabía que me podía esperar todo el día, incluso me esperaría toda la noche. La única manera en que se iría era si alguien más lo llevaba. Aunque necesitaría más de una persona para convencerlo de moverse. Solo no se iría, a pesar de tener sus cuatro firmes patas.
Podría decir que me sabe acoger con su piel suave y delicada, mientras es capaz de recibir mi espalda, con una leve inclinación hasta el descanso de mi cabeza. Es agradable cuando puedo relajar mis antebrazos a noventa grados de mis bíceps sin siquiera tener que despegar mis pies del suelo.
Esta vez llego al rincón y le hago saber que es útil en el justo momento en que me acomodo en su superficie, para quitarme los zapatos.
Dan ganas de arrebatarte por un rato, el preciado rincón de tu descanso …
Poso la mirada a través de tu diáfano cuerpo, e imagino cuantas vidas iluminaste antes de recalar
en un rincón de mi hogar y de mi vida. Me pregunto quién escribió al cobijo de tu tenue haz de luz, quien estudió en la soledad de tu compañía, quien notificó malas o buenas nuevas con la nostalgia del reencuentro, quien sollozó en la penumbra de tu calidez…quién lloró con la amargura de la ausencia, quien esbozó inspirado a tu vera la más bella carta de amor. Hundido, quien notificó aquel fatal desenlace, emocionado quien hilvanó bellas historias que regalar al mundo.
Te miro ahora relegado a banal, desfasado y apagado objeto y rememoró otra época en la que los actos de la cotidianidad, sugerían invariablemente a partir de cierta hora solar, ampararse en la calidez de tu abrazo.
Aún apagado he podido intuir en ti las vidas que iluminaste …
Yo también te arrebato, aunque sea con la mirada, la luz de tu historia…