Propuesta 86 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

taller-de-creatividad-literaria-86Intentad recordar un juguete de vuestra infancia y describid cómo era en no más de 1.200 caracteres.

 
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Recordad que para contar los caracteres de un texto, podéis usar el menú Herramientas de Word o cualquier contador de caracteres en línea como estos:

 

 


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El libro de nuestro amor

EL LIBRO DE  NUESTRO AMOR

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Un libro
para escribir
en pareja
y conocerse mejor.
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 Ya que no se puede amar de verdad lo que no se conoce, completar entre dos El libro de nuestro amor ayuda a fortalecer los lazos que unen a cualquier pareja.
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En sus páginas se proponen cientos de preguntas formuladas de modo que el libro puede ser escrito por cualquier pareja que se ame, independientemente de su edad, sexo o conocimientos.
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libros para escribir y luego leer

  2 comments for “Propuesta 86 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

  1. Narradora de Cuentos
    29 noviembre, 2016 at 18:01

    » Jané el coche de su bebé » rezaba la publicidad de la marca puntera de cochecitos de bebé en España, allá por los sesenta …

    Y así con mis tiernos cuatro añitos yo disfrutaba de un cochecito Jané, viva réplica de sus homónimos hermanos mayores, para las delicias y paseos de mi querida muñeca » Dulcita »
    Mamá además vistió primorosamente a mi cochecito con sendos juegos de sábanas y almohadones bordadas a mano y su colcha de percal y funda de colchón.
    Mi cochecito llamaba la atención, de color azul cielo y su capota azul marino, con sus ruedas siempre inmaculadas de nuevo gracias a mamá.
    Conmigo viajó de mi querida La Rioja a mi amada Catalunya, siendo centro de mis juegos en la niñez.
    Pasaron los años y mi hermana nos regalo una preciosa sobrina de bucles dorados y preciosos ojos azules, que pronto creció y como todas las pequeñas de corta edad, emuló a su madre, cuidando con esmero a su bebé y paseándolo amorosa en aquel delicado cochecito, que había hecho las delicias de mi madre y mis hermanas al comprarlo. Muy encandilada debió quedar mamá al verlo, para animarse a comprar un cochecito Jané, después de cuatro embarazos y sendas crianzas, del pequeño batallón que conformábamos las intrépidas hermanas Urío
    Escribo ahora añorada, pensando que fue de mi Jané, e imagino a mis sobrinas nietas jugando con el, segura de que sería igual de caprichoso para ellas, como lo fue para mí, cuando mamá lo compró emocionada hace más de cincuenta años…

  2. Sandra Carrion Estay
    30 noviembre, 2016 at 01:54

    Me encantaba mi muñeca de los cinco o seis años. La llamè Verònica, fue mi guagua por varios años, hasta que me di cuenta, que sus 40 centìmetros de estatura o alto, no aumentaban, o sea no crecìa. Era toda de plàstico duro, su cabeza remedaba una cabellera que terminaba en una cola, tambièn de plàstico. Sus ojos mòviles, de espesas pestañas fue lo primero que se deteriorò con el uso diario; comenzò a no abrirse un ojo, situaciòn que a mis cortos años, me provocaba susto. Sus articulaciones, brazos y piernas, eran las tìpicas de esa època. Pero yo era feliz jugando a la mamà con mi muñeca. Despuès tuve otros muñecos, ya no eran muñecas, sino muñecos… ¿Por què cambiarìan el sexo?…, sus cuerpos eran de goma, supongo que con este material la imitaciòn de los movimientos eran mejor, imitaba mejor a una guagua. Como eran hombres, llevaban gorro, tipo yoky, por tanto no traìan pelo y los ojos eran del mismo mecanismo. Luego aparecieron las muñecas, otra vez mujeres, con un mecanismo para hablar y con cabellera que podìas peinar, pero ya no me entretenìa jugando a la mamà.

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