Propuesta 87 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

taller-de-creatividad-literaria-87Imaginad primero un vaso vacío. ¿Qué os transmite? ¿Qué os hace pensar?

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Inventad en un máximo de 1.800 caracteres qué os diría el vaso si pudiera hablar.
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Recordad que para contar los caracteres de un texto, podéis usar el menú Herramientas de Word o cualquier contador de caracteres en línea como estos:

 

 


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El libro de mi creatividad literaria

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  1 comment for “Propuesta 87 – Taller de CREATIVIDAD LITERARIA

  1. Narradora de Cuentos
    1 diciembre, 2016 at 17:20

    Pareces mirarme recordándome los duros años en los que supeditada y anulada por la bebida, te sentí mi aliado. Cuando lleno, resplandecías y tentabas mi pobre autoridad, ganándome una y otra vez la batalla.
    Quedó suspendida en tu transparencia. Tu vacío, atenaza mi garganta y todavía duele . Me escupe y me grita a la cara lo que no quiero oír. La letanía de una vida dirigida por el alcohol.
    Fueron años de abrazar el desánimo, de sentirte enemigo, superada por la adicción, buscando inicial refugio en lo que sin darme cuenta se convirtió en terrible prisión.
    Una jamás sueña con ser alcoholica, eso le pasa a otras. Una toma primero una copa porque mola sentirse mayor y aceptada por el grupo. Una cree sinceramente más tarde que no bebe, que solo es un acto social, aceptado por todos. Quien no se toma 3 cervecitas una noche de fiesta. Una se pregunta que día dejó de tomar tres cervecitas para no sabiendo muy bien cómo, acabar despertándose y sin bocado previo tomar la primera birra..
    Luego vendrían las justificaciones, ahora estoy pasando una mala época, es normal mi madre no se entera de nada, no me entiende. En cambio aquel muchacho que frecuenta el bar, Pepote, siempre me hace reír, sin darnos cuenta nos dan las tantas y entre copa y copa la vida parece de nuevo bella, como cuando todavía papá y mamá estaban juntos y en la casa éramos una familia. Por un instante se ve adolescente, vislumbrando a escondidas a medianoche, la puerta del dormitorio de su madre, cerrándose tras la sombra de el «caballero» de turno…Tras esa sombra, se perdió también la sombra de su niñez, adivinando a destiempo que se cocía en aquel aposento.

    Después de Pepote, llegaron otros, David, Alex, Marc ó Juan, que más daba, la velada pasaba deprisa y tras un abrazo cada vez más corto, el cuerpo y la mente quedaban sumergidas y diluidas en algo más que coqueteo, sexo y alcohol.
    Unos ojos profundos le robaron sus asiduos abrazos y también la posibilidad de vivir una vida » normal » … Se preguntó a menudo, que era eso de una vida normal, cuando la lucidez entre trago y trago se lo permitía. Y concluyó sin demasiados reproches que eso había caído en el bombo de la lotería de otros.
    Dos embarazos le salpicaron la vida de tibias sonrisas y llantos. Mientras andaba cada vez más sumergida en la alta graduación de la sin razón.

    Aquel día en el que su cuerpo fue encontrado desvalido en una cuneta. Fue rescatada por un extraño de la muerte y de su propia vida. Aquellos ojos bondadosos la rozaron el corazón y por vez primera supo dónde apoyarse para no seguir bebiéndose la vida.

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